Sesión sólida hoy: cacé dos faroles muy buenos y jugué algo más tight de lo habitual; el sueño me estaba pegando —llegué a cabecear—, así que preferí cerrar a tiempo y volver mañana más fresco. Disciplina > ego.
La sesión de hoy me dejó sentimientos encontrados. Jugué en dos salas: en una runneé “modo Dios” y en la otra se me torcieron prácticamente todas las manos. Rara vez me tildo, pero hoy, aunque fui ligeramente en positivo casi toda la sesión, me costaba aceptar que en la otra todo saliera mal. Fue un tilt de frustración —me hizo soltar alguna tontería—, pero no me sacó de la disciplina ni de la estrategia. Aun así, solo puedo estar agradecido por la oportunidad de vivir esta experiencia.
La sesión de hoy fue interesante: jugué de manera creativa en varias ocasiones, especialmente contra jugadores recreacionales, y obtuve resultados favorables. No solo disfruto del proceso, sino que también mantengo la fe en él.
Hay sesiones que, por distintos motivos, se hacen cuesta arriba. Aun así, disfruto del proceso y agradezco la oportunidad de comprobar que, al mantener la disciplina dentro y fuera de las mesas, los resultados terminarán llegando.
En las sesiones en las que las cosas no salen como espero, me concentro en mantener la calma, ejercitar la paciencia, respetar el tiempo de juego estipulado y seguir ejecutando la estrategia con disciplina.
Hoy tocaba descanso, pero vi una entrevista a un jugador de cash que me motivó demasiado. Sé que es bastante repetitivo, pero me siento tremendamente agradecido de poder disfrutar de este proceso.
Cada vez me siento más agradecido de las batallas diarias que tengo la oportunidad de participar, este «deporte mental» no es solo contra otros jugadores, también lo es contra uno mismo.
Sesión dura, pero entretenida, recibí ostias a diestra y siniestra. Muchas manos para revisar. Agradecido de aceptar que perder sesiones es parte del proceso.